En la vastedad de este horizonte
el Alma prisionera
no para de sollozar...
Volverte a soñar
volver a dibujar tu rostro
con los surcos de arena
abandonados por el mar
y ese sol que te caía en esa tarde
hoy hunde su punta de acero.
Se agotan las palabras de mi fuente.
Y un río negro atraviesa la ladera
cargadando filosas y duras piedras
y un compulsivo jade rueda
y muele mis entrañas.
En la plenitud del silencio
me despojo de mi almohada
y sigo enredado en tu aliento.
Tú mi princesa...
la flor de alto vuelo
que gravita con pétalos brillantes
en mis madrugadas de insomnio...
Yo~~ Un quijote en el destierro
rodeado de molinos de volcánicas alas
caminando sobre yermos
y estériles caminos.
etiquetas: princesa, alma, sol, sueños, horizonte 152 lecturas versolibre karma: 116
¡Gracias!
Tu lectora fiel,
Enid Rodríguez Isáis.