Y ahí estaba ella ,
Siempre perdida en su mundo
Siempre sonriendo sin rumbo,
Y una soledad tan bella .

Caminaba cada día ,
Persiguiendo así sus pasos ,
Y soñaba con los lazos,
De los días de alegría.

Ella tan despistada
Se pregunta si encontrara ,
A aquel que le cantara ,
Una canción ó tonada .

Y ahí estaba él sentado,
No amargado, solo serio
Buscando siempre el criterio,
Y divagando en su pasado.

No acostumbra a sonreír,
Dice que no es necesario ,
Y a escrito en su diario ,
Solo se debe vivir.

Más la vida tan insierta,
Le hizo una gran jugada,
Y ahora no importa nada ,
Su sonrisa es tan alerta.

Y se preguntan por qué,
Es porque tiene en su alma ,
Su alegría y su calma,
De esa niña despistada.

Aquella la soñadora ,
Que ha encontrado un sentido,
De darle así motivo
Hasta a la propia aurora.

Una historia de amor ,
Se puede escribir en versos ,
Y más si estos pensamientos ,
Se han vivido y a color .