Melancólica brisa poco a poco me asalta,
al mirar que la muerte todo envuelve en su manta:
Que se acaben (me han dicho) sendos ratos de gracia,
mi cantar lo entremezclan con la dicha y desgracia.
Despedida convoca un aforo en el alma,
mas la dama me dice que lo tome con calma...
¡Ay salida tan calma!, ¿quién fuera del tiempo
poderoso monarca?; con tus pasos precisos
ya desfilan los grupos: las parejas se aman,
los amigos son muchos, los que solos llegaron
también solos caminan; cada quien a su ritmo
este espacio vacían...
¡Oh verdad infalible: que mudable es el ser!;
ya distingo la meta, mas no quiero correr...,
este pecho me canta, y a la vez me atraganta:
Cual hervor que en la olla ya levanta burbujas,
estos cantos se inflaman al tizón de la bruja...
¡Ay bruja, que insaciable!, del tiempo ya agotado
eres signo incontestable: estando ya cumplido
¿qué cosa queda estable? Mil años no te llenan
tú siempre tienes hambre: «me comes el mandado»,
me apura tu requisa... ¡y cuantos tropezones
provoca en mí la prisa! La dama me perdone
si encuentra esta sonrisa, pues ya que bien los miro
comprendo aquella brisa...
¡Ay brisa melancólica!, ¡qué venga la tormenta!,
que al final de todo tiempo, tú y la bruja,
¡no serán más que osamenta!
etiquetas: alejandrino, despedida 721 lecturas versoclasico karma: 92
¡Qué versos!
éstos y todos los demás,
a ti y a todos los lectores:
¡no los olvidaré jamás!
Gracias por todos tus poemas que nos compartiste !