Me he preparado en soledad al conflicto humano,
desdichado fui, ahora no sé quien soy.
Esto es lo que habría pasado si no me hubiera muerto en aquel cuarto,
el punto que acerca la conciencia y la locura es el dolor.
Cada recuerdo son implantes de otro, de un ser que no fui,
un revuelto de nadas donde comer sabiendo que seré comida.
Hemos perdido la fe en las capacidades del individuo
pero los acantilados aun creen en la caída.
Las grandes rocas de la servidumbre cuentan el tiempo ajeno
sobrante o faltante, ya lo sabes...
Fuimos de todo menos felices,
alguna cosa buena y el resto decepciones.
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