Esta noche estoy sola.Me da un poco de vergüenza afirmar que siento un poco de miedo, no estoy acostumbrada a estarlo. Más bien debo decir, para ser honesta, que siempre lo he evitado.Pero está mañana temprano a mi pareja le han llamado del trabajo.No sé que de una conferencia que tenía que ir otro compañero y que debido un imprevisto le ha sido imposible ir.Así pues Carlos se ha preparado rápidamente la maleta y se ha marchado de inmediato.
Primeramente he pensado en irme a casa mi madre, pero no me apetecía mucho estar tanto tiempo las dos juntas.Seguro me hincharía a preguntas, que sí para cuando los niños, que vamos cogiendo edad y ella imagínate, a que edad lo tendrá que cuidar... Total que aquí estoy sola, y entrado la noche ya...
Decido tomarme una ducha antes de dormir, esto relaja así a ver si me viene pronto el sueño. Cuando salgo del baño ya en mi habitación veo una sombra por la puerta que da directa al comedor.Mis piernas flaquean, mis labios tiemblan, pero me armo de valor.Cojo el jarrón de la habitación y salgo al comedor. Zas!!! le doy en la cabeza, no me puedo creer mi valentía. De pronto mis ojos ven con más claridad, allí está Carlos con la maleta en una mano y la otra con un ramo de flores.Dalias mis favoritas...
Terminamos la noche...
su cabeza con un espadrapo, las Dalias dentro del jarrón con el que le había dado y sabiendo que otro día no tendría la sorpresa de que él volvería antes de hora, sin avisar de antemano. Pero yo estaba encantada, ya no estaba sola con la noche y con sus sombras...
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