Cansada de estar entre las rejas,
abrí la puerta entornada de mi atalaya
de par en par.
Un chorro de aíre tibio del mes de abril,
empezó a acunar mis pies descalzos.
Emprendí el camino de la vereda
el que lleva a la acequia,
siguiendo los pasos de mi corazón
que no paraba de palpitar.
Y allí embriagada de los olores
de la naturaleza encantada,
me bañé.
Fué en un día cualquiera del mes de abril.
Delia Climent
(Reto poético: "Un poema luminoso" con estas 8 palabras: acequia, atalaya, tibio, palpitar, acunar, rejas, chorro, entornada)
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