#1 La locura a veces nos hace volar sin red. Y nos precipita contra el suelo, nos parte los huesos y nos inunda la cabeza con lamentos líquidos.
Y de repente nos encontramos amando sin querer. Sin darnos cuenta.
Y entonces tomamos impulso y abrimos de nuevo las alas en pleno sol radiante. Sin importar cegarnos, sólo sabiendo que las manos se tocan en el aire. Que estamos ahí, juntos.