Querida amiga, yo te aprecio; por eso te guardo en mi alma y desde que te conocí comprendí lo que es ser afortunado. Fui un desesperado al fijarme en ti, pues han paso 35 días que no te he visto, 840 horas, y he hecho más de 525.000 parpadeos; pensando que cuando cierro los ojos y luego los abro, tú aparecerás y vaya, eso no es lo que pasa.
A pesar de estar a una distancia corta, puedo sentir tu esencia; figuradamente. Amiga, quiero verte y poder tomar un café, platicando llegando a la vejez. Luego ir a un hermoso jardín y hacerte más dibujos. Espero con ansias ese día en el cual nos volvamos a ver, quizá después de haber hecho más de 5, 475, 000 parpadeos abro mis ojos y ahora sí podré verte.
53 lecturas relato karma: 58