Por las feas, las que nadie mira
aquellas que es vergüenza tocar
ésas que nadie admite desear,
y si lo hacen, no lo irán a contar.
Por las lindas, que todos vigilan,
y que nadie permite un mal paso dar,
ninguno la cree digna de confiar,
y todos opinan a quien debe amar.
Por las viejas, que jamás escuchan,
que la lengua mejor deben tragar,
porque ni siquiera las dejan enseñar,
experiencia que no se puede brindar.
Por las jóvenes, que el silencio,
deben conservar, que así gusta más,
su inexperto corazón deben ocultar,
su mundo interior escondido preservar.
Por las ignorantes, de las que abusan,
por su poca malicia, y su gran ilusión
y luego acusan de mucho ingenuidad,
esperanzadas ruegan mejor vida lograr.
Por las cultas, que denigran y burlan,
y que luego de toda un vida estudiar,
al quehacer doméstico cual vil yugo
con odio y saña las quieren condenar.
A las que son amigas, que a cada instante
y en cada gesto, traje, vestido y mirada,
miden cómo evitar seductora aparentar,
así lleva a la feliz convivencia malograr.
Por las casuales, que tenazmente,
y luego de encontrarse cada vez,
límites e independencia reiteran,
y preservan así su soltería pertinaz.
Por las enamoradas, que siempre viven
temiendo que al amor de su vida el destino
o el caprichos humano lo puedan birlar,
pendiente de un solo hilo su alma está.
Por todas y cada una, habitando la vida,
por lo hoy son, lo que fueron y serán,
flacas, gordas, cultas o no, rubias, morenas,
prefiero un futuro de mayor felicidad.
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