Luchamos de más,
Y en la matanza,
De buitres se llenó el campo,
El escenario,
De nuestra lucha, nuestro duelo,
Lleno de muertos,
Sufrimiento,
Y poemas huecos,
No es que no te quisiera,
Es que fuiste dada a los hombres,
Casquivana y embustera,
¿Te crees que olvidé ese entonces?
Que pululabas por camas ajenas,
No soy celoso, sino poeta,
Y mis letras no perdonan,
A las carroñeras de alcoba,
Que ahora, sí ahora.
Dicen que quieren amor.
¿No tienes suficiente con el campo?
Lleno ahora de carroña,
Para servirte de alimento,
Descomposición y ponzoña,
Te sirvieron de sustento,
Por largo tiempo...
Los gritos de desconsuelo,
De mis muy amados soldados,
Que ahora llamaremos versos,
Muertos por tu letargo,
Por tu corazón de hielo.
Y ahora que he sido yo,
El que me embarqué en otras guerras,
A volver te aferras,
Caducó ese amor,
Cuando abriste tus piernas,
Al mejor postor,
Buitre que lamentas,
Tu decisión,
Oportunista y traicionero,
Aún sigo vivo no estoy muerto,
Aparta tu acre pico,
De mis versos...
Aliméntate de mis versos muertos,
No quieras robarme más vida,
Ya me cansé de leerlos,
Toda mi osadía perdida,
Pero no lo lamento,
Preferiste la compañía,
De varios,
Al amor sincero,
No me vuelvas con tus mareos,
Yo ya tengo otra musa.
82 lecturas versolibre karma: 77