Aquí no hay océanos, ni lagos que mirar, ni suspiros por el primer beso, ni barcos de mariposas navegando a seguro destino, ni almas impolutas levitando hacia las estrellas del Universo, ni pájaros volando en impecables cielos azules, ni na.
Ni corazones rotos por asuntos de faldas, ni torbellinos de abrazos, ni siluetas en los espejos, ni amor a primera vista, ni prosa, ni lira, ni na...
Ni niñas jugando a hacerse grandes, ni niñas grandes jugando a contar historias de amor, ni románticos confiando sus secretos a la luna, ni tú nombre ni el mío, ni puestas de sol, ni nevadas, ni cosechas, ni na...
Ni pieles de chocolate fundidas por el calor del abrazo, ni antojos, ni diarios, ni amantes, ni mágicas nostalgias, ni na...
Aquí no hay manos pulcras acariciando cabelleras largas, ni manantiales de risas, ni ocultos amores, ni na...
Aquí hay solo mujeres preñadas de angustias, arcoíris sin colores, estómagos vacios, campos olvidado por la lluvia, árboles secos y plantas muertas, razas agonizando, enfermedades sin enfermos, gallos sin cantos, guinea pig de los medios, lo banal como lo colosal, lo irreal como real, ni na...
¡Aquí solo hay numerosas maquinas haciendo considerable ruido!
JOSE LARA FUENTES ©
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